6 ERRORES COMUNES EN LA POSTURA DEL JINETE Y COMO AFECTAN LA PERFORMANCE DEL CABALLO (Y SU SOLUCIÓN)
¿Has notado como muchas veces el mismo caballo parece responder de forma totalmente diferente a jinetes distintos?
Como instructores muchas veces nos encontramos ante algún caballo o ejercicio que presenta dificultades para los jinetes. Incluso es posible que surja la frase “el caballo no quiere hacer lo que le pido”. En ese momento se hace necesario que el instructor suba al caballo y demuestre el ejercicio. Y de pronto, magia! Ese mismo caballo que no “quería obedecer” comienza a ejecutar perfectamente el ejercicio que se le estaba pidiendo.
No se trata de que el caballo tenga favoritismos en cuanto a con que jinete se comporta y con cual no, sino que, por tratarse de un jinete más experimentado, un instructor usa biomecánica de una forma que le permite al caballo realizar el movimiento de forma más eficiente.
Ya sea en equitación clásica, carreras, enduro o trabajo de campo, la forma en la que el jinete se equilibra y usa su cuerpo sobre la montura tiene una repercusión directa en la capacidad del caballo para moverse con la soltura necesaria para cada disciplina.
Estos son algunos de los errores más comunes que podemos encontrar:
1. ASIENTO APOLTRONADO
En esta foto la amazona está con sus piernas estiradas hacia adelante, llevando su asiento "apoltronado". Esto hace que su centro de gravedad quede desplazado hacia los riñones del caballo. Sus hombros están rígidos y sus codos por consecuencia
también, generando manos poco sensibles y amigables al contacto. El mentón tiene tensión también, y su parte posterior del cuerpo echada hacia atrás no le da una postura correcta y disponible para el movimiento. El desplazamiento del centro de gravedad de esta postura sobrecarga los riñones de caballo, arqueando su columna, pudiendo llevar a dolores musculares y articulares importantes si mantiene este tipo de postura en el movimiento.
2. SOSTENERSE CON LAS RODILLAS
En un intento de corregir la postura anterior, en esta foto si bien la parte superior del cuerpo del jinete está en una posición bastante aceptable, en cuanto a su posición con respecto al dorso del caballo, la posición d sus manos no es correcta con las palmas hacia abajo, y el puño derecho quebrado. Esto hace que las manos no sean eficientes a la hora de utilizar las riendas ya que se pierde el rango de movimiento del codo y se hace imposible utilizar los dedos con la sutileza y sensibilidad necesaria. El peor aspecto de este tipo de postura es la tensión en las puntas de los pies, y la rodilla, que aprieta la montura generando rigidez generalizada en la parte inferior del cuerpo, pelvis, tobillos, talones suben y dan un aspecto general de no conexión. El apretar las rodillas imposibilita el movimiento fluido de la cadera acompañado el movimiento del caballo y lo cual a su vez imposibilita al caballo a moverse con soltura. Ademas de dificultar la ejecución de los movimientos correctos (como se necesita en las disciplinas como el salto, el adiestramiento o el trabajo de campo) cargar con un jinete que no acompaña el movimiento significa para el caballo un mayor gasto de energía (lo cual afecta la performance en pruebas de resistencia).
3. CODOS ABIERTOS Y FALTA DE SOLTURA EN EL TORSO
En esta postura, al intentar arreglar la posición de sus piernas, la jineta llevó sus piernas más atrás, en una posición aceptable. Sin embargo, se ve que para lograr hacer este movimiento, al hacerlo desde la fuerza y no desde la relajación, la jineta logró llevar tensiones a los hombros y codos, que se abrieron, la posición de las manos es incorrecta con palmas hacia abajo, hay mucha tensión en todo el cuerpo. Además la espalda otra vez ha colapsado hacia atrás, generando hundimiento del dorso y tironeo en las riendas, y el caballo demuestra señales de este des-confort, estirando el cuello hacia adelante a modo de compensar el exceso de peso en sus riñones.
4. RIENDAS DEMASIADO LARGAS
En esta postura, si bien la jineta ha logrado llevar su postura a una línea más cercana a la vertical coherente con el centro de gravedad del caballo, sus riendas demasiado largas, y un contacto erróneo, con los codos demasiado hacia atrás, hacen que el caballo aun resista al contacto y estire el cuello hacia adelante. Hay tensión en el mentón, hombros y codos.
5. ASIENTO ADELANTADO
En esta foto la postura con el asiento adelantado, podría considerarse bastante correcta si tomamos en cuenta un ensayo del asiento liviano, preparatorio para aprender el asiento de salto de obstáculos. No constituye, sin embargo el asiento básico que precisa ser aprendido e prospectado antes de la práctica de disciplinas específicas. En general la respuesta del caballo es buena, su dorso está más liberado y adquiere una postura más normal y relajada, sin embargo aún responde con cierta tensión en el contacto.
6. CUERPO EXCESIVAMENTE ATRAS
Esta postura es muy forzada en todos los aspectos, piernas estiradas hacia adelante, pies rígidos en los estribos, manos mal, codos duros, hombros duros, mentón cerrado, pecho cerrado. El movimiento de la cola del caballo nos dice claramente que no está conforme con esta postura y su boca estirada en el bridón da una impresión general de des confort y dolor.
7. POSTURA CORRECTA
Esta es la postura correcta. Una línea clara formada entre la oreja, hombro, punto de inflexión de la pelvis, y el tobillo, llegando al talón. Esta es la primera característica de la correcta posición del jinete a ser observada. Esta postura permite la alineación del centro de gravedad del jinete con el del caballo, posibilitando que ambos se muevan como UNO. Hay una impresión general de soltura y relajación, y a la vez un "sostenimiento" de la línea de la columna, una correcta posición de las manos, y el caballo responde a esto con un aspecto de agradable contacto, buena línea de dorso y un estado general de armonía. Su frente ligeramente adelante de la vertical, un contacto suave y conectado forman una línea recta entre la embocadura, punto de comando y comunicación con el caballo, hasta el codo del jinete. Una mirada franca hacia adelante y un mentón relajado demuestra que ambos están prontos para cooperar.
