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INTENTA ESTAS 3 COSAS LA PRÓXIMA VEZ QUE SUBAS A UN CABALLO. ¡CAMBIARÁ POR COMPLETO LA FORMA EN LA Q


A menudo nos encontramos con jinetes que presentan dificultades para conseguir establecer una relacion de cooperacion con sus caballos. Pasa que la atención de su caballo está puesta en cualquier cosa menos en ellos y en lo que le estan pidiendo. Cualquier cosa puede convertirse en un objeto de distracción: otros caballos, personas que están cerca, ruidos, la bolsa de plástico en el medio del camino :P . A menudo estos caballos suelen encontrar “excusas” para asustarse de algo que nosotros ni siquiera notamos o simplemente no responden al trabajo que les pedimos. Son difíciles de hacer avanzar o detenerse, rígidos o no responden a las ayudas con la sutileza que desearíamos.

La verdad es que todo esto son únicamente síntomas y el problema de raíz es muy simple. Tu caballo no está conectado contigo y aun no te está viendo como líder.

Recuerdo uno de los caballos con los que trabajé, Adel, era de ese tipo de caballo que se asusta de todo (o de nada). En cualquier momento y sin razón aparente podía pegar una cuerpeada a un costado, escapar, o simplemente darse media vuelta y salir disparado. En ese momento, ya no respondida a ninguna orden y podía llevar un rato conseguir que volviera a parar. Sus dueños habían probado todas las embocaduras posibles, pero ninguna parecía ser suficiente para controlarlo.

Y el motivo por el cual las embocaduras no daban resultado es el siguiente: estaban intentando controlar a su caballo mecánicamente, cuando lo que el necesitaba era controlar su mente.

Lo que Adel me enseñó fue que cuando se asustaba de la cerca blanca frente a la cual ya había pasado 400 veces, no era realmente de eso que se asustaba, lo que buscaba era escapar de toda la situación. Ante todo era un caballo que no se sentía seguro conmigo ni con la idea de ser montado.

En algún momento había aprendido que dejarse montar era mejor que resistirse, que las consecuencias desagradables por resistirse a un jinete eran aún peores. Pero eso no hacía que él se sintiera más cómodo. Mientras estuviese montando un caballo asustado y desconectado, no iba a haber herramienta física que lo ayudara.

​​Uno de los principales errores que los jinetes cometen es utilizar los implementos involucrados en el entrenamiento de su caballo como formas de coacción, en lugar de lo que realmente son: Herramientas de comunicación.

La coacción enseña al caballo a que las personas son cosas a las que deben reaccionar (o si no habrá malas consecuencias)

Posicionándonos como líderes naturales, frente a una situación desconocida o de tensión, nuestro caballo elegirá acudir a nosotros por protección, en lugar de escapar de nosotros.

Estas son algunas de las cosas básicas que hago antes de subirme a un caballo por primera vez, y son parte de las que use con Adel, lo que me permitió eliminar las embocaduras aparatosas de su entrenamiento, y resulto en un caballo más relajado. Lo cual a su vez mejoro muchísimo su performance deportiva.

1.HAZTE CARGO DE CEPILLARLO, ENSILLARLO Y DESENSILLARLO

En muchos lugares, podemos pedir que nos esperen con el caballo preparado entes de ir a montar. Esto es una pena porque un de las actividades que mejor refuerza la conexión entre caballo y jinete es justamente tomarse el tiempo de prepararlo. Además de acostumbrar al caballo a tenernos cerca y a construir su confianza, el grooming es una actividad social que los caballos practican en la naturaleza. Por lo que al tomarnos personalmente el tiempo de acicalado, estamos enviando un mensaje positivo, que refuerza la idea de que no somos enemigos (como el caballo percibe por instinto), y que puede relacionarse con nosotros.

2. RECLAMA SU ATENCION

Antes de subir a un caballo por primera vez, me gusta reforzar las bases de la comunicación. Este ejercicio lleva solo unos minutos, pero puede cambiar por completo la actitud de tu caballo hacia ti. En primer lugar le pido que haga unos pasos hacia atrás. Utilizando la presión cesión repito este ejercicio unas pocas veces hasta que veo que el caballo lo ha entendido (no tiene por qué dar una respuesta espectacular, nada más demostrar que está atento e intentando comprender lo que le pido). Luego repito el mismo ejercicio pidiéndole que ceda la grupa hacia un lado y hacia el otro. Una vez entendido este ejercicio, me alejo un poco y pido que ceda la grupa a la presión indirecta (esto es, sin tocarlo, haciendo solo un gesto con la fusta, siempre sosteniéndolo de las riendas o el bozal). La mayoría de los caballos alejan todo el cuerpo al principio, pero luego de repetirlo acaban por plantar las manos y ceder solo la grupa. Eso es exactamente lo que buscamos, que el caballo cada la grupa y se quede de frente hacia nosotros mirándonos. Ahí es cuando sé que me he ganado su atención y estamos listos para montar. La mayoría de los caballos entienden y completan este ejercicio en menos de 5 minutos.

3. BAJARSE DEL CABALLO NO ES UN PECADO.

Un mito muy extendido entre los jinetes es este: “Si tu caballo no se comporta cuando estas montado y te bajas, entonces gano él”. Conociendo cómo funciona la psicología del aprendizaje puedo asegurar que esto no es cierto. Para esto es necesario entender desde el vamos que nuestro objetivo es construir una relacion de cooperacion, no una competancia.

Una premisa quizás más acertada seria: “La conducta que se entrena es la que se repite. Por lo tanto si yo le permito a mi caballo repetir una conducta no deseada mientras estoy montado, estoy reforzando esa conducta”.

Esto no quiere decir que voy a bajar del caballo cada vez que el haga algo no deseado, como asustarse, bellaquear, disparar, etc. Lo que si significa es que si llevo un rato intentando controlar la conducta no deseada desde arriba y no estoy teniendo resultados LO MEJOR que puedo hacer es bajarme y corregir desde abajo. Lo último que quiero es pasarme el rato “peleando” con mi caballo y permitiéndole practicar una conducta no deseada, cuando puedo cortarla de raíz bajándome y utilizar otras herramientas (los ejercicios descritos arriba pueden ser un ejemplo) para retomar la atención de mi caballo y vuelva a responder a mí, y no a cualquier otra cosa.

En una primera instancia, los caballos nos entienden mejor cuando estamos en el piso. Recuerden que no es natural para un caballo ser montado, ellos se comunican entre ellos de forma visual con otros caballos que también tienen sus pies en el piso!

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